martes, 1 de diciembre de 2015

Las "Trampas de Siberia": la incursión del meteoro, la erupción volcánica masiva y la mayor extinción conocida del registro geológico. Mirando nuestro planeta 250 millones de años atrás - Descubrimiento científico explica el más más catastrófico fenómeno: la extinción Pérmica.

El cambio climático inducido por la revolución industrial y el desenfrenado consumismo actual, sugieren un inquietante paralelismo que nos deben hacer meditar : Estamos destruyendo al planeta, y con él a nosotros mismos

Una nueva teoría que se afirma, y que tiene unos cuantos potentes argumentos a su favor

El ritmo de las emisiones de anhídrido carbónico que la moderna sociedad humana emite hoy día a la atmósfera, es mucho mayor que el que otrora provocaron las emisiones volcánicas - Los expertos reunidos en estos días en París, discuten cómo mitigar estos efectos

Hace unos 250 millones de años, dos tercios de los animales terrestres y el 90 % de las especies marinas, se esfumaron del planeta.


Las posibles causas de aquella catástrofe biológica, sucedida 20 millones de años antes de que aparecieran los primeros dinosaurios, han sido motivo  de acaloradas discusiones.

Hace ya cierto tiempo, fue localizado en la Antártida, concretamente en la tierra de Wilkes, un cráter enorme, con un diámetro estimado de 450 kilómetros, causado sin duda, por el formidable impacto de un asteroide de 50 kilómetros de diámetro,(el que extinguió a los dinosaurios se estima que medía entre 10 y 16 kilómetros).


Se afirma que tal cuerpo cósmico, fragmentó el ancenstral continente austral de Gondwana, separando Australia de la Antártida, en la misma época que comenzaron las megaerupciones, es decir coincidentemente con la fecha cataclísmica de 250 millones de años atrás.

Por ello, muchos geólogos y vulcanólogos sospechan que el fenomenal suceso, fue debido a la onda expansiva que desembocó en la  paroxística  megaerupción, causante de la desaparición de tantas especies.

 Coincidentemente  con los supervolcanes, el efecto del meteoro cósmico, hizo que se incrementara la temperatura planetaria. Al aumentar hasta más de 12 grados la temperatura del agua marina, el fenómeno afectó  los depósitos de hidrato de metano, que por la presión y el frío, se encontraban en estado sólido.

 A raíz de este acontecimiento la vida marina fue intoxicándose poco a poco, hasta llegar casi a su extinción.


Ahora, un equipo de geofísicos ha dado en la tecla: una megaerupción volcánica en Siberia, que inyectó en la atmósfera enormes cantidades de CO2, ocasionando la acidificación oceánica, y llevando a la extinción a todos los organismos que no lograron adaptarse a condiciones ambientales extremas, derivadas de los cambios químicos.


Tal vez, la gran grieta siberiana, que emitió lava durante un millón de años, fuera ocasionada por el formidable impacto de un asteroide enorme.


El hallazgo, no sólo ilumina un acontecimiento trascendental en la historia del planeta, ya que a partir del mismo evolucionaron los ecosistemas modernos, sino que también ayuda a entender el futuro.

Efectivamente, en la actualidad, el ser humano está volcando a las capas atmosféricas, por el uso abusivo de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas natural), ingentes cantidades de CO2.

Esto está volviendo más ácidos a los océanos, y lo que resulta más preocupante aún, a un ritmo mucho mayor que 250 millones de años atrás lo hiciera  la naturaleza, a través de erupciones volcánicas


Las claves del asunto fueron ubicadas en los Emiratos Árabes Unidos, que hace millones de años atrás, eran el fondo de un mar de aguas someras, bombardeadas por radiaciones solares y cósmicas, y donde las rocas han conservado valiosa información sobre los procesos químicos que se produjeron.

Científicos de Gran Bretaña y Alemania, señalan que existieron dos fases de acidificación, la primera lenta, que implicó como 50.000 años, pero que afectó a ecosistemas ya debilitados por el aumento de la temperatura y la disminución de los niveles de oxígeno.

Luego de un lapso de corta duración, donde algunos organismos lograron recuperarse, llegó la segunda etapa, que habría durado 10.000 años, y que defitivamente aniquiló a tantas y tantas especies.

Los famosos trilobites (de los que tanto hemos hablado en otros artículos) y que habían poblado exitosamente el mundo de entonces, desaparecieron del registro fósil.

Los organismos con estructuras calcificadas fueron especialmente débiles ante el cambio del pH del agua, al aumentar el CO2 notoriamente.


Se ha estimado que se volcaron 24.000 gigatoneladas de carbono en la atmósfera en 10.000 años, y la mayor parte acabó en las masas acuosas de los océanos.

Actualmente se está inyectando carbono más rápidamente por la actividad humana, que lo ocurrido en tiempos pretéritos por los volcanes primigenios.

Cuidado, la naturaleza es muy inteligente, es capaz de reciclar los residuos, los tóxicos, los contaminantes, y de afrontar cierto nivel de acidificación, pero es lógico que hay límites a la adaptación, y en algún momento, los organismos vivientes pueden colapsar.

Y el ser humano puede desaparecer como cualquier otra especie.

Atención, si no cuidamos este hermoso planeta azul que es nuestro hogar cósmico, no tendremos otro lugar a donde ir. Al menos por el momento no tenemos posibilidades de colonizar otros planetas.

En este mismo sitio digital, consultar los siguientes artículos

(182) Miércoles 12 octubre 2011
Consecuencias negativas y positivas de las extinciones biológicas masivas, y algunas de sus posibles causas: El renacimiento del "Ave Fénix"
http://misteriosdenuestromundo.blogspot.com/2011/10/extincion-biologica.html

jueves, 26 de noviembre de 2015

Impresionante galería de enormes monstruos del Secundario : Dinosaurios, Pterodáctylos, y grandes Dragones de mar. El fantasmagórico valle de horripilantes criaturas que nos llegan desde el fondo de los tiempos

Introducción


En este artículo, con la invalorable colaboración del Ing. Juan Carlos Anselmi y del Ing. Aulo Fernando García, brindamos a los amables lectores la oportunidad de disfrutar de imágenes artísticas que recrean parte de la fauna extraordinaria que precedió al ser humano en el hábitat planetario.

Seres fabulosos, cuyos restos fosilizados bien pudieron dar pábulo a variadas leyendas, de gigantes, dragones, y serpientes de mar, son hoy motivo de admiración por parte del gran público, cuya imaginación ha sido estimulada en películas como Parque Jurásico. También son dichos restos materia de profundos estudios científicos por parte de expertos de renombre internacional, tales como paleontólogos, geólogos, y biólogos, así también como de artistas especializados, conocidos como paleoartistas, que ayudan a recrear el panorama de aquellos lejanos tiempos.

Galería de imágenes



El esqueleto completo mejor conservado de un Saurópodo, es el de este Braquiosaurio, exhibido en Berlín, y que fue encontrado en la colonia alemana de Tanganica, en África Oriental.
Este dinosaurio herbívoro alcanzaba 13 metros de altura y 25 metros de largo,
y pesaba entre 35 y 70 toneladas
(comparese tamaño con el humano)

Durante los períodos Triásico, Jurásico, y Cretácico, inmensos y cálidos mares cubrían gran parte de Europa Central y Norteamérica. En la figura se observan, de izquierda a derecha, un Brachauquenio de 10 metros, un Elasmosaurio de 15 metros, y un Mosasaurio de 12 metros

Otros colosos marinos de aquellos tiempos se aprecian, de izquierda a derecha y de arriba a abajo, un Kronosaurio de enorme cabeza emergiendo a la superficie. Sumergido otra curiosa variedad de Kronosaurio, de cuello muy corto, cresta sobre el lomo, y larga cola. Al centro y en la superficie, dos Elasmosaurios de largo cuello, a lo lejos. Sumergido, un Ictiosaurio (pez reptil) con aspecto de delfín (su cola se había alargado y bifurcado ; era agilísimo al nadar, y capaz de dar altísimos brincos en el aire). Arriba y en la superficie, a la derecha, el paleoartísta nos brinda la imagen de dos Tilosaurios, y sumergido un colosal Brachauquenio.











Dinosaurios astados del Cretáceo: a la izquierda un Triceratops de larga cola, y al centro otra curiosa variante de la misma familia, con cuerpo totalmente acorazado, provisto de un curioso collar rodeando sus puntiagudos cuernos, y pico de loro con filosas aristas

Dibujo del Macroplata, plesiosaurio marino cuyo tamaño variaba entre 6 y 9 metros


El impresionante Ranforrinco (reptil volador de Jurásico), dotado de temibles y afilados dientes, y cuya cola terminaba en un apéndice romboidal, que le servía de timón

El gigantesco Pteranodon (alado y sin dientes) del Cretácico, con 8 metros de envergadura

El Tapejara: reptil alado de curiosa cresta

Otro curioso Ranforrinco del Jurásico, llevando un pez ensartado en sus filosas garras

El más grande reptil volador, el quetzalcoatlus, cuya amplitud alar era del orden de unos 12 metros, el tamaño de un avión biplaza

grupo de plesiosauros cazando sus presas marinas

temibles tylosaurios de gigantesco tamaño y vistosa cresta, junto a los cazadores alados,los pteranodones

Colosal tilosaurio atrapando a un confiado pteranodón

Los reptiles acuáticos fueron los dominadores de los mares en la Era Secundaria

Lucha  de titanes en los mares cretácicos: el crestado tilosaurio y el elasmosaurio de flexible cuello


Antigua representación científica del tylosaurus, reconstruido en 1899


Moderna representación del mismo ejemplar, tylosaurus

Comparación de tamaños: el tylosaurus llegaba a los 15 metros de longitud corporal, aunque algunos ejemplares gigantescos habrían superado los 17 metros

Esqueletos reconstruídos de gigantescos dragones marítimos

Moderna representación del paleoartista sobre el tylosaurus

Otras reconstrucciones del mismo ejemplar


Tylosaurus provisto de aleta caudal comparado con un buceador

Clásica representación de un mosasaurus tratando de devorar pterodáctilos, los conocidos reptiles voladores.

Monstruosos reptiles marinos, caprichosamente reunidos


Modernísima reconstrucción del aspecto de un gigantesco reptil marítimo, a partir de la estructura de los fósiles

Curiosa visión paleoartística de un mosasauro provisto de una poderosa dentadura en sus formidables mandíbulas, y de una curiosa cresta puntiaguda




Moderna representación del tylosaurus provisto de aleta caudal y su ubicación como dominador del gran mar interior que cubría gran parte de Norteamérica

Mosasauro llegando a la superficie acuática para respirar

Concepción paisajística del Secundario

Agradecimiento y cierre:


Destacamos la invaluable colaboración de los ingenieros Juan Carlos Anselmi Elissalde y Aulo Fernando García Texeira en las ilustraciones que engalanan este artículo.

Se aclara además que todos los artículos de este sitio digital de autoría del suscrito Carlos Brunetto, tienen por objetivo principal el empoderamiento de las actividades educativas y de divulgación cultural, así que un importante esfuerzo ha sido hecho para presentar conceptos, descubrimientos, teorías, y conclusiones técnicas y socio-políticas, sin utilizar un rebuscado vocabulario propio de especialistas, y tratando de presentar las ideas con el mayor rigor posible aunque siempre buscando sencillez y fácil comprensión.

Esperando que este contenido haya sido de utilidad y agrado para los benévolos ciberlectores, como es habitual Brunetto se despide de todos con un fuerte abrazo, y hasta la próxima entrega.